¿Tu hijo necesita llevar gafas? Cuando se utilizan gafas y un procesador de audio de implante retroauricular a la vez, mantener en su sitio ambos dispositivos puede ocasionar problemas. Esto es bastante frustrante si estás intentando que un niño pase más tiempo escuchando con sus procesadores de audio diariamente.
Para el cuidado rutinario, es preferible consultar con un pediatra optometrista; un oftalmólogo que realice un examen ocular completo y que adapte las gafas de manera habitual a niños pequeños. Un profesional acostumbrado a tratar con niños puede ayudarnos a reducir el estrés de futuros exámenes oculares y ofrecer opciones de uso que sean duraderas y cómodas para las pequeñas orejas.
Recomendaciones sobre las gafas
En lo que respecta a las monturas, busca gafas que se adapten al juego activo y a las caídas o golpes ocasionales. Un ajuste seguro pero cómodo significa que:
- No haya demasiado peso detrás de la oreja
- El oído externo no esté demasiado doblado ni estirado
- La piel de debajo debe permanecer un tanto seca, para prevenir rozaduras o abrasiones
Y para una mayor comodidad, pide a tu optometrista que las monturas sean:
- Ligeras
- Fabricadas con un material suave altamente flexible (ej. Plástico, silicona)
- Sin partes metálicas
- Que incluyan una cinta para la cabeza ajustable o que se pueda retirar.
Antes de comprometerse a comprar unas gafas, piensa en cómo puede llevar sus monturas. La comodidad es lo más importante para el uso prolongado y solo tu y tu hijo pueden decidir qué opciones de uso funcionan mejor para vuestra rutina diaria.
Señales a las que debes prestar atención
Este proceso puede llevar tiempo y aprender a base de prueba y error. Cuando pruebes diferentes opciones, observa las señales de que el ajuste de cualquiera de los dispositivos no es óptimo, incluido:
- Enrojecimiento o dolor detrás de la oreja
- Aumento de sudor o suciedad detrás de la oreja
- Se quita frecuentemente sus gafas, implantes o ambos.
Opciones creativas de uso
Para ayudarte a comenzar, aquí te damos algunas opciones de uso que sirven para niños de diferentes edades:
1. Considera otras opciones para llevar gafas
Para niños de cualquier edad, la sien o las patillas de las monturas de las gafas pueden reemplazarse por una cinta fija para la cabeza para que el procesador de audio pueda colocarse libremente detrás de la oreja.
2. Reducir el perfil
Si bien es posible que no puedas intercambiar los procesadores de audio con tanta facilidad, cuando se trata de gafas, tienes opciones. Los niños mayores y los adultos con implantes a menudo prefieren gafas que tengan las patillas muy finas o de cable para reducir el perfil de sus monturas detrás de la oreja.
3. Se creativo
Tanto los procesadores de audio como las gafas tienen opciones de uso que se pueden colocar de varias maneras usando accesorios. Echa un vistazo a los procesadores de audio de Jameson, de 2 años, que están sujetos a sus marcos flexibles con ActiveWear, permitiéndole escuchar mientras está ocupado durante el día.
Esta opción de uso permite que sus dispositivos auditivos estén al nivel de la oreja, imitando la posición destinada detrás de la oreja. Según su madre Lindsay, “Jameson lo está llevando bien, y mantiene su dispositivo encendido. Está siendo una gran experiencia”. Hay que tener en cuenta que la solución de Jameson solo funciona cuando lleva sus gafas, por lo que puede no ser la solución ideal para tu niño.
4. Fuera de la oreja
Para bebés o niños pequeños, prueba sujetar el procesador de audio a su ropa utilizando un clip como ActiveWear o BabyWear. Intenta ponérselo en una posición de uso al nivel de la oreja tan pronto como el tamaño de la misma lo permita para que el dispositivo auditivo (y sus micrófonos) estén en la posición de uso destinada. Si todavía puedes elegir el procesador de audio de tu hijo/a, los niños mayores prefieren una sola unidad, un procesador fuera de la oreja, como RONDO 3.