Esteban: “La mejor decisión que tomé”
de Costa Rica
- Implantado unilateral
- Implante coclear lado derecho
- Hipoacusia de nacimiento
- Administración de empresas
Esteban Montenegro nació en 1985 en San José de Costa Rica a los seis meses de gestación. Ese nacimiento prematuro le provocó problemas de audición y en un ojo. Esteban pasó por todas las terapias y procesos para superar su falta de audición hasta que llegó el implante coclear a Costa Rica y supo que era su momento. Cansado de no poder escuchar bien, frustrado por no poder desempeñarse al 100% en su profesión, Esteban superó sus miedos y se implantó. Hoy Esteban derrocha energía; está terminando la carrera de Administración de Empresas, trabaja a tiempo completo en una empresa de soluciones auditivas e incluso es chef a domicilio en sus ratos libres. Además, es un miembro activo de la comunidad de implantados en Costa Rica y colabora para contar su experiencia a todos los candidatos y acompañarlos en el proceso de lo que será “la mejor decisión de su vida”.
Esteban está implantado unilateralmente en el oído derecho. Utiliza un implante coclear de receptor Sonata TI 100, con procesador Opus2 desde hace 10 años y 5 meses. Desde hace un par de años está luchando con las instituciones sanitarias de su país para renovar el procesador… e incluso para implantarse bilateral, pero de momento le toca esperar a que estas instituciones dispongan de los recursos necesarios. Se consuela pensando que nunca es tarde para la bilateralidad si el oído sin implantar ha estado bien estimulado, como es su caso, ya que en el oído izquierdo tiene audífono. Sueña con implantarse bilateral y el mismo modelo en ambos lados para disfrutar de una audición óptima en 360°.
A Esteban le gusta compartir su experiencia porque:
“dar ese tipo de testimonios es una gran responsabilidad, ya que en muchos países como en Costa Rica hay muchos mitos con respecto al implante coclear a pesar de que hace años que se practica en el país. Mi objetivo es animar a las personas a tomar la mejor decisión de sus vidas. Tenemos la suerte de estar en la era digital, así podemos sacar el máximo provecho de la palabra de un usuario, asesor, especialista en fonoaudiología o médico ORL y acompañar en todo proceso al candidato o al nuevo usuario. Es importante que “Volver a escuchar” sea un referente, ya que hoy en día en internet hay mucha información que no es puntual, que le ofrece al interesado información obsoleta y que le incrementa la confusión…”
Historia de vida de Esteban
Tu historia, ¿origen de tu falta de audición?, ¿cómo te sentías?
Mi falta de audición fue a consecuencia de haber nacido prematuro (a los 6 meses de gestación); los antibióticos y las máscaras de oxígeno afectaron la audición y un ojo. He vivido la sordera en todo su proceso: equipación auditiva, estimulación temprana, terapia del lenguaje en el método visual oral, etc. El apoyo académico fue muy sacrificado, me aplicaron adecuación curricular no significativa, me desenvolví con mucho esfuerzo en una escuela normo-oyente, sin embargo conforme iba creciendo en la secundaria, el afán de ser más independiente y útil me llenó de muchas frustraciones, baja autoestima, enojo, aislamiento, a pesar de que había desarrollado un nivel de lenguaje del habla digno, la responsabilidad de tener una comunicación más asertiva y activa hacía que pasara muchas congojas en los contextos abiertos y diferentes áreas sociales, personal, académico y laboral.
¿Situaciones en los que la pérdida auditiva fue particularmente restrictiva?
Definitivamente en mi etapa profesional cuando empecé en la industria de alimentos y bebidas (hoteles y restaurantes), me resultó muy chocante comprobar que no podía ascender más allá de mi puesto aislado e individual como asistente de cocina, ya que ahí no había el riesgo de comunicarse con los demás colaboradores; únicamente el papel era mi herramienta para seguir los comandos de servicio, por lo que tocaba techo muy rápido.
¿Qué te ayudó mucho o quién te ayudó mucho?
El apoyo moral, emocional, psicológico y espiritual de mi familia en todo momento ha sido fundamental; mi madre sacrificó todo para dedicarme tiempo completo desde que cumplí tres años de edad. Ese sacrificio valió la pena cuando íbamos cumpliendo los objetivos, sin contar todavía con la avanzada tecnología de implante coclear, ya que en Costa Rica era un lujo y fuera de alcance.
¿Cómo supiste de la existencia de una solución como el implante coclear? ¿Cómo identificaste que había llegado tu momento?
En 2004 cuando tenía 19 años y cursaba estudios de Técnico en Administración de Empresas, salía muy desgastado de cada clase magistral por la gran presión y la poca capacidad activa de procesar la información auditiva que tenía. Me sentía muy frustrado ya que mi esfuerzo no era suficiente… Entonces aprovechamos para ir a una clínica pionera en soluciones auditivas en el país, JR Sánchez Audiología. Los primeros candidatos eran en su mayoría postlinguales por lo que era difícil esclarecer si esa solución era adecuada para mí ni en qué medida, ni qué tipo de rehabilitación iba a requerir… pero el centro hospitalario público de la seguridad social apenas empezaba a armar sus primeros pasos y preferimos esperar.
Cuando toqué fondo en el ámbito laboral allá por el año 2007, supe que era mi momento para el implante coclear. Era un martirio trabajar en cocinas y relacionarme con personas por mi escasa capacidad de escuchar; los niveles de estrés fueron muy difíciles y llegué a experimentar muchos cuadros depresivos. Así que me tomé un tiempo con mi familia para replantear mi futuro incierto. Al mismo tiempo, en Costa Rica empezaba el acceso al implante coclear sin costo gracias a una nueva ley. Decidí acudir al servicio ORL del Hospital México para ser valorados mediante una serie de pruebas. Entré en la lista para la programación de la fecha de cirugía más rápido de los esperado, el 5 de noviembre de 2008 y la activación fue un mes después, el 5 de diciembre de 2008. Estaba muy motivado y sabía que cuanto más rápido diera, mucho mejor para ver qué etapas había que cumplir, en particular en la rehabilitación.
¿Cómo fue la operación? ¿Y después de la operación?
La operación transcurrió con normalidad. Tuve que prestar atención y prepararme con la terapeuta en el ámbito de la rehabilitación auditiva verbal para poder ajustar mis expectativas.
¿Aficiones y cómo le ha ayudado el implante?
Una de mis principales aficiones es cocinar, actividad a la que me dediqué profesionalmente. Ahora que he recuperado la capacidad auditiva, trabajo con mayor seguridad a la hora de procesar las técnicas de cocción y sonidos en la cocina. El implante coclear me ha permitido aprender a manejar mejor los sonidos de supervivencia, en resumen, a manejar mejor el estrés y llevar una vida más saludable porque soy más consciente de lo que sucede a mi alrededor.
¿Y cuando viajas? ¿Hay alguna historia particularmente divertida?
La primera vez que viajé con el implante coclear, concretamente a Perú, me gustó la sensación mecánica que sentí en el avión: era como estar en el centro de un concierto de rock en vivo, subió mi adrenalina, me sentí más vivo que nunca. Y una anécdota divertida fue durante un viaje en el que me hospedé en la habitación de hotel con mi padre. Él se echó una siesta y comenzó a roncar tan fuerte, que me dio la sensación de que algo estaba mal en el cuarto… Cuando me concentré y me di cuenta de la barbaridad de nivel de ronquido que hacía llegar al implante, me entró la risa y me moría de ganas de contarle al resto de la familia esa experiencia. ¡Era como tener a un león roncando en mi oído!
¿Cómo ha cambiado tu apreciación de la música con el implante?
Nunca he tenido genes para la música, pero con el implante coclear me di la oportunidad de asistir a clases de piano semanales durante más de un año. Aprendí con la especialista, que es psicóloga y musicoterapeuta, a experimentar los sonidos del piano, así como los sonidos del arpa en vivo. Aprendí a leer e interpretar partituras de música clásica, fue bonito porque me permitió experimentar lo que eran los sonidos agudos y graves en toda su esencia teórica y práctica.
La pérdida de audición y la escuela, educación y profesión.
Mi experiencia con el implante coclear empieza a los 23 años de edad; un año después me animé a retomar la universidad para estudiar una carrera con más confianza y seguridad y opté por cursar la licenciatura de Administración de Empresas con especialización en Gerencia. Al mismo tiempo empecé a trabajar como asistente administrativo en una empresa de soluciones auditivas, JR Sánchez Audiología, y allí he podido aplicar mis conocimientos y enriquecer muchas áreas como dar charlas, asesoría, motivaciones, relaciones públicas, publicidad, marketing, manejo de redes sociales, alianzas educativas, etc… lo que me ha permitido explotar y maximizar mi potencial. Con el implante en la universidad ya que no dependía de nadie para seguir el hilo de la temática académica, me pude desenvolver, discernir la información de forma más puntual, pude disfrutar mejor el proceso de aprendizaje.
¿Qué consejos de rehabilitación puedes dar?
Mi consejo para todo usuario de implante coclear es PRACTICAR, simplemente practicar todos los días al menos una hora al día, de manera asistida con un miembro de familia o especialistas en rehabilitación auditiva para maximizar las habilidades de escuchar y comprensión. Y mucho mejor documentar y grabar las sesiones para poder seguir practicando la audio-escucha. Por mi parte tengo más de 1000 temas grabados en diferentes contextos de pares mínimos, vocabulario técnico, voces de la familia en ambientes ruidosos o cerrados. Simplemente hay que disfrutar el proceso como un estilo de vida, una materia más de la vida, que nos permite estar conectados al mundo real. Esos pequeños avances nos permitirán sentirnos autoidentificados y plenamente realizados.
Según tu experiencia: ¿Qué ha ocurrido en términos de concienciación pública respecto a la pérdida auditiva y las diferentes soluciones en los últimos años? ¿Aprecias una evolución en el conocimiento del público?
Yo estoy muy involucrado en informar sobre las soluciones frente a una pérdida auditiva. Me parece que mi rol es compartir mi experiencia y eso anima a muchas personas con hipoacusia no solo a decidir hacerse una valoración auditiva para valorar las soluciones al alcance, sino también para dar testimonio de que ya no estamos en una fase experimental, sino de resultados, de casos de éxito. Al público en general le digo que estamos en la mejor época, que el momento para tomar decisiones sobre nuestra calidad de vida auditiva es ahora, ya que supone mejorar sustancialmente nuestra calidad de vida: audición completa es sinónimo de salud mental, implica poder comunicarnos de forma proactiva y por ende encontrar la razón de nuestra existencia.
Efectivamente, tú desarrollas una importante labor de concienciación en tu país con público en general como con candidatos. ¿Qué crees que falta por contar?
Yo cuento mi experiencia a los futuros candidatos y les explico que, como dice mi madre: “el implante coclear con rehabilitación auditiva verbal adecuada es sinónimo de paraíso”. Es cierto que hay muchos pacientes con implante coclear que no se toman en serio el hacer terapia auditiva verbal o bien, escogen una rehabilitadora que no tiene los conceptos básicos de la audición y el lenguaje. En eso hay que insistir: la rehabilitación es una parte fundamental del proceso. Otro factor importante a tener en cuenta es que los padres de familia deben tomar un rol activo y ser terapeutas de sus hijos en casa para ayudarlos y no sobrecargar todo el trabajo al especialista en audición y lenguaje.
Una plataforma como “Volver a Escuchar” debe dar a conocer experiencias interdisciplinarias, cortas, lúdicas de pacientes y usuarios de implante coclear en los diferentes contextos de su vida cotidiana, y mostrar que gracias al implante se pueden hacer un sinfín de cosas. Y mantener informados a los pacientes prelinguales, poslinguales de los nuevos conceptos y avances tecnológicos para que saquen mejor provecho de las áreas que les cuesta dominar, y se tomen en serio las terapias como un disfrute y diversión y no como una carga.