El Colegio Tres Olivos de Madrid, España, es un centro de educación inclusiva, en el que conviven alumnos con discapacidad auditiva (un 10 % del conjunto del alumnado), en un entorno normalizado de enseñanza.
Todas las clases de primaria del colegio han participado en el concurso internacional Ideas para Escuchar y 5 de ellos han resultado finalistas.
En palabras de Adoración Juárez, directora de Tres Olivos: “Escuchar, oír y entender son matices que desde edades muy tempranas entienden los alumnos y alumnas de Primaria. Por eso, en el momento en el que MED-EL nos invita a participar en su concurso, nuestro alumnado responde rápidamente. Para nosotros es un motivo de satisfacción ver el entusiasmo con el que grandes y pequeños participan. Momentos como este, en el que todos reflexionan y ponen a prueba su creatividad para mejorar la vida de los demás, hace que el proyecto Tres Olivos sea aún más grande”.
Entre los inventos de los finalistas, han destacado:
- Un teléfono incorporado a un audífono con botón para llamar, enviar mensajes, linterna, entre otras funciones.
- Una máquina parecida a una mascarilla transparente en la que al hablar se escriben automáticamente las palabras simulando un ordenador
- Unos auriculares protectores de implantes auditivos, muy útiles para hacer deporte de impacto como kárate, judo y fútbol.
Estos, además, cuentan con un amplificador de sonido para escuchar al entrenador. Otros de los inventos han consistido en, por un lado, un almacén de células que te permite oír mejor, las cuales se inyectan en el oído a través de un cable y una aguja (hay que rellenar el depósito cada cierto tiempo), y, por otro lado, un implante que funciona con placas solares en lugar de pilas para no contaminar.
“Los niños saben que con sus audífonos y/o con sus implantes cocleares sus compañeros y compañeras oyen, hablan, aprenden y juegan igual que todos. También saben que tienen que ir a logopedia y que hay que cuidar ciertas cosas como, por ejemplo, ahora en la pandemia, ponerse mascarilla transparente, colocarse de frente cuando hablan para facilitarles la lectura labial y evitar los ambientes ruidosos”, explica Adoración Juárez.