Karmele, al mes de su cirugía de implante
de España
- Implantada unilateral
- Implante coclear y audífono
- Hipoacusia sobrevenida
- Madre de familia
Karmele Zabalza llevaba años sin escuchar correctamente, combinando lectura de labios con el uso de audífonos para defenderse. Hace un mes recibió su primer implante coclear y su vida ha vuelto a tener color, escuchando sonidos que nunca había imaginado que pudieran existir.
Madre de familia, Karmele ha contagiado su nueva alegría de vivir a su familia y comparte con Volver a Escuchar su experiencia y emoción. “El sonido ha vuelto a mi vida y me la ha cambiado”, asegura.
¿Cuáles son tus primeras sensaciones tras un mes implantada?
Historia de vida de Karmele
La historia de Karmele comienza el verano de 1986 con unos vértigos y ruidos. “Aquel verano, además de vértigos y ‘ruidos’, sentí que no terminaba de entender bien… que no oía bien del oído izquierdo”. Aquel curso, comenzó a leer los labios a los profesores y con el paso del tiempo terminó leyendo los labios a prácticamente todo el mundo.
¿Cómo conseguías escuchar a pesar de tu pérdida auditiva?
Durante los años 90 seguía igual con los vértigos y los acúfenos y su audición disminuyó en ambos oídos, pero como se las arreglaba con lo que oía por el derecho y leyendo los labios, continuó viviendo así.
Con el tiempo, formó una familia y tuvo 3 hijos hasta que hace 3 o 4 años, cuenta lo que le pasó. “Noté que no terminaba de entender bien del oído ‘bueno’…. y que leer los labios cada vez me suponía más esfuerzo y más cansancio, claro. Me puse un audífono pero realmente, no notaba mejoría a la hora de mantener una conversación normal.”
¿Cómo supiste que el implante coclear podía ser una solución para ti?
Su vida cambió hace poco más de un año, cuando su especialista la derivó a un centro implantador, el Complejo Hospitalario de Navarra. “Sentí pánico, terror, horror y lo primero que le dije fue ¡NO! Desde aquí quiero dar las gracias a aquella especialista, y por supuesto a todo el resto de especialistas que me han atendido y me siguen atendiendo.”
Karmele Zabalza sonríe a la vida tras el implante
¿Cuáles han sido tus primeras sensaciones al notar que el sonido volvía a tu vida?
“Creo que no hay palabras para describir esa mezcla de felicidad y alegría inmensas que se siente cuando te das cuenta de que vuelves a oír. Pasé los primeros días entre lágrimas de ¡¡absoluta felicidad!!
Llevaba ya muchos años en un mundo que cada vez era más gris, y al día siguiente a la activación ¡sentí que volvía a la vida! De hecho, llevaba meses sin apenas salir de casa, por no poder leer labios ahora que vamos con mascarillas. Ahora, llevo un mes activada y…. no paro en casa. El sonido ha vuelto a mi vida y yo he vuelto a retomar mi vida.”
¿Qué sonidos te están impactando más?
“Los sonidos que más me han impactado han sido aquellos que yo no sabía que existían. Por ejemplo, ¡la escarola! Imagina mi cara cuando al pinchar el tenedor en una ensalada de escarola descubrí que ¡¡¡la escarola suena!!! No lo había oído jamás…
Igual que el ratón del ordenador, las bicicletas, los mandos de la vitrocerámica, de la lavadora, secadora…. Por cierto, el primer sonido que oí fue el aviso de “no batería” y ¡me sonó a música celestial!”
“Mi mundo además de gris era subtitulado… pero llevo ya unos días viendo y entendiendo series, noticias… sin subtítulos. Alguna palabra se me escapa pero estoy muy contenta”
¿Qué sonido echabas mucho de menos?
“Mi sueño era volver a oír a los pájaros. Y si algo me ha sorprendido es que a los dos días de la activación ¡¡¡oí el primer gorrión!!! ¡¡Y no recordaba haberlos oído desde 1988!! Fue increíble.
Sé que en primavera oiré a las golondrinas, no tengo ninguna duda.”
Karmele cuenta a Volver a Escuchar que su familia se ha contagiado de su alegría, de esa vuelta a la vida, a ser ella misma. Y que la están ayudando muchísimo con la rehabilitación. “Es importantísimo el apoyo de la familia y hacerles partícipes de los logros diarios porque cada día se avanza un poco, aunque parezca que no.”
¿Puedes hacer vida normal con tu implante?
Karmele lleva un implante coclear de MED-EL con un procesador RONDO 3, un procesador recargable que gracias al dispositivo Audiolink, le da acceso pleno a la conectividad, permitiendo que conecte su procesador al teléfono, que reciba el sonido de la televisión o que utilice el micrófono en remoto.
“Comencé a utilizar el AudioLink la segunda semana. Lo enlacé vía Bluetooth al portátil. El primer día lo conecté durante unos 15 minutos y….no entendí nada, absolutamente nada. Volví a conectarme al día siguiente y ese día fui capaz de entender palabras sueltas, distinguí casi todas las voces, si eran masculinas o femeninas. Cuando llevaba un rato conseguí entender más o menos una entrevista. Así, poco a poco, con el paso de los días me empezó a resultar más fácil escuchar y entender con AudioLink. La tercera semana descargué un audiolibro. Y eso me resultó curioso. El primer día solo entendía palabras… no terminaba de entender bien. Al día siguiente, puse el mismo fragmento y salvo alguna palabra suelta, lo entendí. De ahí pasé a podcasts cortos, de diez minutos y fue mucho mejor. Además, al comienzo del podcast empezó a sonar música…. y aunque todavía no siento la música como tal, ¡¡reconocí la canción por los primeros acordes!!”
Karmele, entusiasmada, termina: “El implante me ha cambiado la vida y …. ¡¡solo llevo un mes!!”