Un año más, MED-EL anuncia el concurso Ideas para Escuchar e invita a los más pequeños a crear inventos para mejorar la calidad de vida de las personas con algún tipo de pérdida auditiva.
Con motivo del Día Mundial del Inventor, celebrado cada 9 de noviembre, MED-EL anuncia una nueva edición de Ideas para Escuchar, el concurso infantil que año tras año se celebra para motivar a que los más pequeños se animen a crear inventos, a la vez que se consigue concienciar sobre la pérdida auditiva y los beneficios de su tratamiento.
¿Quiénes pueden participar de Ideas para Escuchar?
El concurso ideas para escuchar invita a los niños de entre 6 y 12 años a pensar a lo grande y canalizar sus ideas para apoyar a aquellas personas que padecen pérdida auditiva. Pueden enviar sus trabajos en formato de vídeo, dibujo o escultura. Todas las ideas son bienvenidas, ya que el único criterio es que las invenciones tengan como finalidad ayudar a mejorar la calidad de vida de estas personas, sea cual sea su edad.
¿Quién será el juez de Ideas para Escuchar?
El juez principal del concurso será Geoffrey Ball, presidente del tribunal del certamen e inventor del implante de oído medio VIBRANT SOUNDBRIDGE, cuya experiencia personal resulta inspiradora. Geoffrey perdió su capacidad auditiva cuando era un niño, lo cual, lejos de hundirlo, resultó ser una gran motivación para que años después inventase un implante de oído medio para tratar su propia pérdida auditiva.
Como inventor consumado, con más de 100 solicitudes de patente a su nombre y muchos productos de dispositivos médicos desarrollados, se ha servido de sus propias vivencias a fin de actuar como una fuente de inspiración para los jóvenes inventores de ideas para escuchar, muchos de los cuales son también usuarios de implantes auditivos.
“Inventar es, a menudo, un proceso de eliminación. En el caso del VIBRANT SOUNDBRIDGE tuve que desarrollar y probar muchos, muchos dispositivos que no funcionaron lo suficientemente bien y muchos más que realmente no funcionaron en absoluto para, finalmente, llegar al diseño que funcionó. Cuando estaba inventando los componentes para el implante de oído medio en la Universidad de Stanford, la gente me daba 100 razones por las que mi invento no funcionaría, pero solo necesitaba una razón por la que lo hiciera”, explica Ball.
¿Cómo participar de Ideas para Escuchar?
El concurso celebra la creatividad de los niños y tiene como objetivo mejorar la comprensión de los desafíos asociados con la pérdida auditiva y la sordera, así como los beneficios del tratamiento. Para mantenerse actualizado sobre el concurso, puede seguir la página de ideas para escuchar en Facebook.
Los padres interesados deben visitar el sitio web oficial del concurso para enviar la candidatura de su hijo. La fecha límite para las inscripciones es el 17 de enero de 2022.
“Esa única razón fue todo lo que se necesitaba para hacer avanzar el proceso de invención de mi implante de oído medio. Paso a paso, todos los componentes se unieron, desde la creación de las máquinas que harían las piezas del implante, hasta su medición con el microscopio, y finalmente, después de cientos de intentos fallidos, obtuve un único resultado exitoso”, añade Ball.
Datos sobre la pérdida auditiva
Más del 5% de la población mundial, o 466 millones de personas, tienen una discapacidad auditiva (432 millones de adultos y 34 millones de niños). Se estima que en 2050 más de 900 millones de personas, o una de cada diez personas, tendrán discapacidad auditiva.
La Organización Mundial de la Salud recomienda una serie de intervenciones para mejorar la comunicación una vez que la pérdida auditiva aparece, incluidos los implantes auditivos.
¿Quién es Geoffrey Ball?
La aventura extraordinaria de Geoffrey Ball con la tecnología comenzó en el legendario Silicon Valley de California y le llevaron finalmente a las montañas de Austria, donde vive actualmente y continúa su trabajo. Incluso de niño, Ball sabía que el lenguaje de signos, los audífonos convencionales y la lectura de labios no eran para él, así que decidió encontrar una cura para su sordera.
Sin dejar que nunca se interpusiera su discapacidad en su camino, se convirtió en una especie de hombre moderno renacentista con intereses y habilidades amplias, todo unido con un talento innegable para el emprendimiento y la invención.