La pérdida auditiva neurosensorial es uno de los tres principales tipos de hipoacusia que puede presentar una persona, junto con la pérdida de audición conductiva y la pérdida de audición mixta (caso en que las dos primeras tienen lugar de forma simultánea).
La hipoacusia neurosensorial puede afectar la audición de algunas frecuencias de sonido o bien de todas, según el caso. Generalmente, el paciente presenta dificultades para escuchar los sonidos, en algunos casos con poca claridad o simplemente sin percepción alguna.
¿Por qué se desarrolla la pérdida auditiva neurosensorial?
La pérdida auditiva neurosensorial tiene lugar cuando se encuentran afectadas las células ciliadas de la cóclea. Estas cumplen una importante función, en tanto producen las señales nerviosas eléctricas que permiten al cerebro identificar e interpretar los sonidos. Cuando están dañadas o ausentes, solo unos pocos sonidos o ninguno pueden llegar al cerebro, afectando así a la capacidad auditiva.
En ese sentido, el grado de hipoacusia neurosensorial de una persona estará dado por el número de células ciliadas afectadas. Es fundamental que especialistas de la salud auditiva evalúen cada caso en particular, para determinar el grado de pérdida auditiva presente y, en función de ello, el tratamiento más adecuado entre las opciones disponibles.
¿Cuándo se presenta la hipoacusia neurosensorial?
La pérdida auditiva neurosensorial puede estar presente desde el nacimiento, es decir ser congénita, o bien presentarse de manera súbita por una enfermedad, accidentes o ruidos muy fuertes. También puede ser una caso de presbiacusia, que es cuando la pérdida de la audición se desarrolla con el paso de los años.
Cuando esta clase de hipoacusia es leve o moderada, los audífonos son una opción para amplificar la señal y mejorar la calidad del sonido. No obstante, en casos de pérdida auditiva profunda los auxiliares auditivos o audífonos no son suficientes.
¿Cómo tratar la pérdida auditiva neurosensorial profunda?
Actualmente, un diagnóstico de pérdida auditiva neurosensorial severa a profunda puede tratarse de forma exitosa con una solución como el implante coclear (IC).
Este constituye un tipo de tecnología compleja que imita el trabajo realizado por las células ciliadas, al detectar las señales acústicas y convertirlas en señales eléctricas. De esta forma, se habilita la estimulación de la cóclea y los estímulos auditivos pueden llegar hasta el cerebro.
¿Cuáles son los beneficios del implante coclear?
Con un implante coclear el usuario puede acceder a una audición mejorada y desarrollarse sin limitaciones en su vida cotidiana. Es fundamental, no obstante, que la candidatura al implante coclear sea evaluada por un especialista, tras realizar las pruebas auditivas pertinentes.
Luego de la intervención, acompañado por un equipo de expertos (profesionales en otología, audiología y rehabilitación auditiva), además del núcleo familiar, que faciliten estrategias de rehabilitación, el usuario podrá adaptarse al nuevo dispositivo y aprovechar al máximo sus potencialidades auditivas.
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