El diagnóstico precoz es un factor significativo en casos de hipoacusia infantil. La pérdida auditiva en niños pequeños puede afectar el proceso de adquisición y desarrollo normal del lenguaje, junto con el resto de repercusiones que de aquí se desprenden para su desarrollo cognitivo.
Pérdida auditiva en niños: ¿qué efectos puede tener en el desarrollo cognitivo?
La pérdida auditiva en los niños puede presentarse desde el nacimiento, antes del desarrollo del lenguaje (hipoacusia prelingual o prelocutiva). En estos casos, un diagnóstico inmediato y el tratamiento adecuado pueden prevenir alteraciones en el desarrollo cognitivo, de modo que el infante pueda aprender a hablar y comunicarse con normalidad tiempo después.
Ahora bien, la pérdida de audición puede manifestarse también entre los dos y cuatro años de edad (hipoacusia perilocutiva), momento en que tiene lugar el proceso de desarrollo del lenguaje, o bien, luego de los cuatro años, cuando el infante ya ha adquirido el lenguaje (hipoacusia poslingual o postlocutiva).
Aunque diferentes, los tres tipos de pérdida auditiva pueden desencadenar alteraciones en el desarrollo cognitivo. En efecto, una hipoacusia no tratada limita al niño en sus capacidades para recibir estímulos, vincularse con el mundo externo, participar activamente en cualquier situación cotidiana y entablar intercambios significativos para su desarrollo en general.
¿Cómo tratar la hipoacusia infantil?
Hay casos en que la hipoacusia es unilateral (afecta a un único oído), así como casos de hipoacusia infantil bilateral, dónde ambos oídos presentan una deficiencia auditiva. Cuando el diagnóstico es este último, los expertos enfatizan la importancia de promover la estimulación bilateral del sistema auditivo.
La forma de hacerlo es mediante una estimulación bimodal que sea acorde al nivel de pérdida auditiva del paciente, es decir, acorde a si se trata de una caso de hipoacusia leve, moderada, severa o profunda.
Los niños sometidos a la estimulación bilateral son capaces de localizar los sonidos y mejoran la discriminación de la palabra, incluso en ambientes ruidosos, de modo que su desarrollo cognitivo no se ve seriamente afectado y pueden deservolverse en su vida cotidiana con independencia y seguridad.
¿Cuándo un niño con pérdida auditiva es candidato al implante coclear?
El implante coclear es una solución para la hipoacusia severa a profunda. Una persona con pérdida auditiva puede acceder a un implante coclear unilateral o bilateral, según lo requiera.
Sin embargo, puede ocurrir que la alteración auditiva se presente en distinto grado en uno y otro oído. El tratamiento en estos casos, por ejemplo, puede implicar de forma simultánea un implante coclear en el oído con hipoacusia profunda y un audífono en el contralateral, si este presenta una hipoacusia severa, o bien dos implantes cocleares, si ambos oídos presentan hipoacusia profunda bilateral.
¿De qué otras formas puede estimularse el desarrollo cognitivo en niños con pérdida de audición?
El tratamiento indicado por el profesional de la salud auditiva debe, en simultáneo, estar acompañado de una intervención educativa y habilitación auditiva temprana que esté orientada a favorecer y estimular el desarrollo de las potencialidades de las áreas auditivas y comunicativas del infante.
Esto último es fundamental, dado que es el periodo de máxima plasticidad cerebral y de interiorización de tantos otros aspectos cognitivos, psicológicos y sociales. Asimismo, es indispensable en este momento la participación de la familia y, por lo tanto, el apoyo, asesoramiento y formación que puedan requerir entonces para comunicarse y acompañar al niño.
Luego, durante toda la escolarización, el niño debe recibir un seguimiento continuado y atención psicopedagógica, que evalúe el rendimiento escolar y su socialización. También, es importante contemplar la adaptación de equipos de apoyo auditivo y/o de recursos visuales en el entorno educativo.
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