La pérdida súbita de la audición es un trastorno cuyos efectos se notan de manera repentina, en el transcurso de pocas horas o bien, al despertar; pero todas tienen un rasgo en común: la celeridad de la aparición del problema. Las personas con este trastorno también advierten otros síntomas como mareo, zumbido en los oídos o la sensación de tener lleno el oído afectado.
Cuando hablamos de hipoacusia súbita nos referimos a la pérdida neurosensorial de más de 30 dB en tres frecuencias consecutivas que afecta generalmente a personas con oído sano. Aunque esto último pueda pensarse como un punto a favor para la recuperación, muchas veces repercute en la confianza de los individuos que demoran la consulta médica creyendo que el problema se debe a cera en los oídos, alergias u otras afecciones leves. Las causas de su aparición difieren de la hipoacusia crónica, pero es fundamentar que sea tratada de inmediato: esto proporciona una mejora notable en las posibilidades de recuperación de la audición.
¿Cuáles son las causas de la hipoacusia súbita?
No existe un rango de edad que pueda definir la aparición de la hipoacusia súbita, por lo que la padecen tanto jóvenes como adultos mayores, sin distinción de género. Aunque no se encuentre un rasgo común que de origen a este trastorno, existen una serie de causas que pueden ser las causales de la afección:
- Infecciones
- Problemas vasculares
- Evento traumático
- Tumoraciones
- Enfermedades autoinmunes
- Exposición a ciertos medicamentos para tratar el cáncer o infecciones graves
- Alteraciones metabólicas
- Trastornos neurológicos como la enfermedad de Ménière.
Otro factor que se debe considerar es el alcance del trastorno; esto es, si la pérdida de la audición ocurre en uno o en ambos oídos. Esto contribuye para diagnosticar causales asociados como, por ejemplo, los tumores en el nervio auditivo, en caso de que la sordera afecte los dos oídos.
¿Cuál es la evaluación para determinar este trastorno?
Los estudios para determinar el origen y el alcance de la hipoacusia súbita son variados. En primer lugar el profesional de la salud debe descartar un problema conductivo, que significa una obstrucción en el canal auditivo producido por cera o líquido. Si al realizar estos exámenes no se detecta una causa evidente, se proceden con pruebas de audiometría en el transcurso de los próximos días para identificar una posible pérdida de audición neurosensorial. La audiometría permite conocer el grado de exposición al sonido medida en decibelios que el paciente necesita para poder escuchar; si esta presenta una pérdida de 30dB en un rango de 72 horas, es una señal de hipoacusia súbita. Para ejemplificar cómo repercute esta pérdida en el rango de la audición, una persona que la padece va a escuchar una conversación como susurros.
A partir de este punto y con un diagnóstico positivo para hipoacusia súbita se realizan una serie de estudios para dar con la causa del problema. Entre las distintas pruebas se pueden incluir análisis de sangre, estudios por imágenes como la resonancia magnética y pruebas de equilibrio. Además, se revisa la historia clínica para orientar un posible origen.
Tengo hipoacusia súbita ¿Cuáles son los tratamientos?
Para comenzar con un tratamiento que logre tratar y revertir los efectos de la hipoacusia súbita, es importante determinar el tiempo desde que se detectaron los síntomas. En caso de ser reciente, es decir, tres días, se debe tratar como una urgencia médica; pasado este tiempo se inicia un tratamiento con corticoesteroides.
Los esteroides deben utilizarse tan pronto como sea posible para mejorar los resultados sobre la pérdida auditiva. Esto es fundamental ya que una demora de dos semanas en el inicio del tratamiento reduce considerablemente la capacidad de recuperación e incluso de evitar una pérdida de audición permanente.
Si se descubre una causa subyacente para la hipoacusia súbita, el tratamiento se debe completar con los medicamentos adicionales que se necesiten. En caso de tratarse de una infección, además de los esteroides, se deben administrar antibióticos. En caso de que el origen se deba a una enfermedad autoinmunitaria, el tratamiento se completa con medicamentos para suprimir la acción del sistema inmunitario.
¿Qué sucede si la hipoacusia súbita persiste?
Si la pérdida de la audición es grave y el tratamiento inicial no permite mejorar los síntomas el profesional de la salud puede recomendarle la utilización de audífonos y, si estos no logran una mejoría, se sugiere la utilización de implantes cocleares. Los pacientes pueden recuperar la audición gracias a la tecnología de los implantes, que reemplazan las funciones dañadas del sistema auditivo.
A partir de un receptor ubicado en la parte externa las ondas sonoras viajan hacia el interior para estimular directamente las conexiones auditivas en el oído que van al cerebro. Este sistema garantiza la recuperación de la audición, pero siempre se debe consular con un profesional antes de aplicar este tratamiento.