La salud auditiva es un aspecto esencial de nuestro bienestar general que a menudo pasamos por alto. Mantener nuestros oídos saludables nos permite comunicarnos efectivamente, disfrutar de la música y estar alertas a los sonidos que nos rodean.
La audición, en cifras
Los datos actuales y proyecciones futuras de la Organización Mundial de la Salud (OMS) revelan una creciente preocupación por la pérdida de audición a nivel global.
Actualmente, más del 5% de la población mundial (430 millones de personas) padece una pérdida de audición discapacitante que requiere rehabilitación. Esta cifra incluye a 34 millones de niños, lo que subraya la necesidad de intervenciones tempranas y accesibles para prevenir el impacto negativo en el desarrollo educativo y social.
Para el año 2050, se estima que casi 2,500 millones de personas experimentarán algún grado de pérdida de audición, de las cuales al menos 700 millones requerirán acceso a servicios de rehabilitación auditiva.
Esta proyección subraya la creciente necesidad de atención otológica y audiológica, además de hacernos tomar conciencia sobre cómo cuidamos nuestros oídos y qué situaciones ponen en juego la calidad en la que oímos.
Prácticas para una buena salud auditiva
- Volumen seguro: Para proteger tu audición, es importante mantener el volumen de tus dispositivos a un nivel seguro. Una buena regla general es aplicar la regla del 60/60: escucha música o cualquier contenido de audio a no más del 60% del volumen máximo durante no más de 60 minutos al día.
- Protección auditiva: La protección auditiva viene en varias formas, incluyendo tapones para los oídos y auriculares de protección, cada uno diseñado para diferentes niveles de exposición al ruido.
- Limpieza adecuada: Una buena higiene auditiva es fundamental para mantener la salud de nuestros oídos, pero es importante realizarla correctamente para evitar daños.
- Hidratación y alimentación: Los nutrientes que obtenemos de los alimentos apoyan las funciones específicas del sistema auditivo. Los más relevantes son el potasio, el magnesio y los ácidos grasos omega-3. Además, la hidratación mantiene en buen estado la mucosidad de nuestros oídos.
- Evita la Acumulación de Agua: Después de nadar o tomar una ducha, seca tus oídos suavemente con una toalla y, si es necesario, inclina la cabeza de lado a lado para ayudar a que el agua salga del canal auditivo.
- Realiza Chequeos Auditivos Regulares: Los exámenes auditivos son importantes para detectar cualquier problema de audición en sus etapas iniciales. Esto permite intervenciones tempranas y más efectivas.
Adaptación al mundo sonoro
Como vimos anteriormente, cuanto antes se detecte o perciba una modificación en nuestra salud auditiva, más fácil será su diagnóstico y más rápido se podrá implementar una medida que corrija o rehabilite la función de oír.
La pérdida auditiva, dependiendo de su grado y naturaleza, puede requerir diferentes soluciones para restaurar o mejorar la capacidad de escuchar de una persona.
Desde audífonos hasta implantes cocleares, la tecnología y la medicina han avanzado significativamente, ofreciendo una variedad de opciones para adaptarse a las necesidades individuales.
Las cifras que exploramos anteriormente no sólo reflejan la magnitud del desafío que enfrentamos en términos de salud auditiva sino también la oportunidad de hacer una diferencia significativa a través de la prevención, detección temprana y tratamiento adecuado.
Informate sobre salud auditiva
Cuidar nuestra salud auditiva es una inversión en la calidad de vida. Es por eso que ante problemas relacionados con la audición, debemos tomar medidas inmediatamente.
Desde Volver a Escuchar ofrecemos información para generar conciencia sobre la salud auditiva, pero nuestra misión va más allá: Mejorar el día a día de personas hipoacúsicas de todas las edades.
Te invitamos no sólo a contactarnos si tienes dudas sobre tu audición, sino a leer los emocionantes testimonios de las personas que han recuperado su salud auditiva junto a nosotros.
