¿Cuál es la experiencia auditiva real de un usuario de implante coclear? Esta no es, en efecto, una duda menor ni poco común. Nos conduce de forma directa a conocer cuál es el mecanismo de funcionamiento de esta solución auditiva; y comprender cómo es que ayuda a los usuarios a volver a escuchar.
¿Cómo funciona un implante coclear?
Un sistema de implante coclear está compuesto por un procesador de audio, que el usuario lleva adherido a su oído, y por el mismo implante coclear, que se coloca quirúrgicamente bajo la piel.
Es importante comprender que este último no reemplaza la cóclea (la estructura del sistema auditivo afectada en una hipoacusia neurosensorial) sino que está diseñado para evitar las células ciliadas dañadas, en el interior de la misma, y, por medio de una guía de electrodos flexible, proporcionar la serie de contactos eléctricos que el cerebro necesita para procesar los sonidos.
Es mediante esta guía de electrodos implantada en la cóclea que los sonidos logran discurrir desde un sistema de implante electrónico a las vías de audición natural. Es en esa conexión, asimismo, donde se trazan las características del sonido que el usuario de un implante coclear es capaz de escuchar.
En ese sentido, para alcanzar una audición lo más “natural” posible, es fundamental que el sistema de implante utilizado sea el más adecuado y se halle correctamente calibrado para las necesidades de cada usuario. Cuanto más natural sea esta conexión en la cóclea, más natural será la experiencia auditiva.
Escuchar con un implante coclear
¿Has oído alguna vez que los implantes cocleares suenan robóticos, electrónicos o distorsionados? Como se ha mencionado, la forma en que “suena” un implante coclear depende de la fidelidad con que el mismo dispositivo puede reproducir la función natural de la cóclea y conducir los estímulos eléctricos hacia el cerebro.
Obtener un sonido de calidad, por lo tanto, depende de la precisión con que el sistema de implante coclear puede reflejar la percepción natural de los sonidos. Es decir, tanto su intensidad (volumen de un sonido) como su tono o frecuencia.
Nuestra audición va mucho más allá de la mera posibilidad de detectar sonidos y comprender palabras. Implica poder percibir el carácter único de cada uno de estos, así como también el estímulo emocional asociado.
Restaurar la “audición natural” no significa sólo que los usuarios puedan acceder a una calidad de sonido más disfrutable sino que puedan, también, comprender más fácilmente sonidos complejos en situaciones complejas (conversaciones en grupo, lugares públicos, etc).
Es por eso que la filosofía de empresas especializadas como MED-EL se centra en proporcionar mediante sus sistemas de implante coclear la percepción auditiva más próxima posible a la audición natural.
¿Quieres saber más sobre esta solución auditiva?
¡Te invitamos a seguir leyendo toda la información disponible en Volver a Escuchar! Notas informativas, testimonios de usuarios, guías y recomendaciones, entre tanto más, se hallan disponibles para acompañarte en tu camino auditivo.
Sigue leyendo: Pérdida auditiva en la tercera edad: tratamiento y salud emocional.