La pérdida auditiva discapacitante está definida por la Organización Mundial de la Salud (OMS) como una pérdida superior a 35 decibelios en el oído que oye mejor, y menciona que una gran proporción de casos ocurre en países de ingresos bajos y medios.
Esto puede ocurrir cuando hay daños en el oído interno o el nervio auditivo, afectando la forma en cómo se procesan los sonidos. Sus origen puede datar desde la niñez, ante casos de infantes que no presentan reacción a ruidos fuertes o que son incapaces de escuchar sonidos después de cierta edad. En otros casos puede estar relacionada con envejecimiento (presbiacusia), donde hay una disminución gradual de la capacidad auditiva.
¿Cuántos tipos de pérdida auditiva existen?
Existen principalmente tres tipos de pérdida auditiva: conductiva, neurosensorial y mixta. La pérdida auditiva conductiva ocurre cuando hay un problema en el oído externo o medio que impide que el sonido llegue al oído interno. La pérdida auditiva neurosensorial, la más común, se debe a daños en el oído interno o en el nervio auditivo. Por último, la pérdida auditiva mixta combina elementos de ambos tipos, conductiva y neurosensorial.
Existen tres tipos de pérdida auditiva: conductiva, Neurosensorial y Mixta. La pérdida auditiva conductiva ocurre cuando hay un problema en el oído externo o medio que impide que el sonido llegue al oído interno. La pérdida auditiva Neurosensorial, la más común, se debe a daños en el oído interno o en el nervio auditivo. Por último, la pérdida auditiva mixta combina elementos de ambos tipos, Conductiva y Neurosensorial.
¿Qué medio se utiliza para evaluar la pérdida auditiva?
La evaluación de la pérdida auditiva por lo general comienza con un examen físico y visual de las estructuras externas del oído, que busca identificar posibles causas, entre ellas obstrucciones e infecciones, que impidan el adecuado proceso de la audición.
Existen un gran número de pruebas auditivas, estas, se aplican de acuerdo a cada caso en particular y dependen de la edad de la persona. Una de las pruebas más utilizadas se le conoce como Audiometría Tonal, la cual permite medir la capacidad de una persona para escuchar sonidos de diferentes volúmenes y frecuencias.
De igual manera, existen otras pruebas, como por ejemplo: La Inmitancia Acústica, que evalúa la función del oído medio y las Otoemisiones Acústicas, que examina el funcionamiento de las células ciliadas externas existentes en el oído interno. A veces, como complemento, se solicitan pruebas adicionales, como resonancias magnéticas o tomografías computarizadas, para evaluar más a fondo la estructura y función del oído.
¿Qué problemas puede causar la pérdida de la capacidad auditiva?
La pérdida de la capacidad auditiva puede tener un impacto significativo en la vida de una persona. Uno de los problemas más evidentes es la dificultad para comunicarse con otros, lo que puede llevar al aislamiento social y la soledad. Además, la pérdida auditiva puede afectar la capacidad de una persona para percibir advertencias de peligro, como alarmas o sonidos de vehículos, lo que aumenta el riesgo de accidentes.
En el caso de los niños, puede retrasar el desarrollo del lenguaje y afectar el rendimiento escolar. También puede haber un impacto emocional, como la frustración y la baja autoestima, y en algunos casos, puede contribuir a problemas de salud mental como la depresión.
Implantes Auditivos para mejorar la calidad de vida
En los casos que se pueda o recomiende optar por la colocación de un dispositivo de escucha o implante ante la pérdida de la audición, dependiendo del sector del oído involucrado, la mejora no sólo se manifiesta en la escucha sino en la calidad de vida de la persona, ya que es muy común que la pérdida de la audición genere sentimientos de soledad, depresión y falta de comprensión del resto de las personas que no padecen esta pérdida (La Mayo Clinic señala que la pérdida auditiva puede causar aislamiento social debido a la dificultad para comunicarse con otros)
Tras la colocación de estos dispositivos y junto con las terapias de habla y auditivas, el cambio es sorprendente, el éxito depende en gran medida del apoyo familiar y la constancia frente al cumplimiento de los objetivos individuales. Este proceso se lleva a cabo desde la valoración previa a la implantación y continúa después de la cirugía.
En Volver a Escuchar contamos con testimonios de todos aquellos que, tras ser implantados, sintieron y experimentaron cambios asombrosos en su percepción del mundo.
Cuando los audífonos tradicionales no son suficientes, los implantes auditivos pueden ser una solución efectiva. Por último, debemos destacar la importancia de procesos de acompañamiento durante el proceso de implantación, como la terapia del habla y la rehabilitación auditiva. Estos comienzan antes de la cirugía de implante y continúan después de ella, para maximizar los beneficios del implante.
Para ampliar tus conocimientos sobre la pérdida auditiva, visita nuestro sitio web.