La pérdida auditiva puede presentarse de muchas formas, cada una con sus causas, desafíos y soluciones.
Identificar el tipo específico de pérdida auditiva es el primer paso hacia la recuperación de la audición, abriendo la puerta a un mundo de posibilidades tecnológicas diseñadas para mejorar la calidad de vida de quienes enfrentan este desafío.
Pérdida auditiva conductiva
La pérdida auditiva conductiva ocurre cuando hay un problema en el camino que el sonido recorre para llegar al oído interno. De esa forma, las ondas sonoras no se pueden transmitir eficazmente a través del oído externo y/o medio.
Una de las causas más comunes de este tipo de pérdida auditiva son las infecciones del oído, que pueden provocar inflamación y acumulación de líquido, impidiendo el paso adecuado del sonido.
Sin embargo no es la única, ya que este tipo de pérdida auditiva puede ser resultado de problemas en los huesecillos del oído medio para vibrar como respuesta al sonido.
Para Verónica Andrea del Vecchio, Doctora en Fonoaudiología y parte del Centro de Implantes Auditivos, la mejor solución auditiva para este tipo de hipoacusia es el dispositivo de conducción ósea.
Ya sea implantable o no implantable, a través de ellos se logra la estimulación en el oído interno, logrando la audición por vía ósea.
En nuestro sitio contamos con el testimonio del Dr. Juan Pablo Valadez, que desde pequeño fue diagnosticado con microtia bilateral e hipoacusia bilateral severa. Tras pasar por varias soluciones auditivas, hoy posee un dispositivo de conducción ósea no implantable en un oído y un implante de conducción ósea en el otro, pudiendo escuchar con fuerza y claridad los sonidos a su alrededor.
Pérdida auditiva neurosensorial
En este caso se presenta un daño en el oído interno o en el nervio auditivo, dificultando la transmisión de sonidos al cerebro para su interpretación.
Aunque el daño en el oído interno o en el nervio auditivo no puede revertirse, existen soluciones tecnológicas como los implantes cocleares, que transforman las señales sonoras en señales eléctricas para estimular directamente el nervio auditivo.
La pérdida auditiva neurosensorial plantea desafíos únicos para quienes la experimentan, pero con el diagnóstico correcto y el apoyo adecuado, es posible seguir disfrutando de la riqueza de los sonidos.
Tal es el caso de Rocío, que fué diagnosticada de hipoacusia neurosensorial bilateral profunda en sus primeros meses de vida. Debido a esta pérdida de audición profunda, pudo ser candidata a un implante coclear: uno fue colocado al año y cinco meses y el siguiente un año después.
Actualmente, Rocío puede escuchar perfectamente y con nitidez gracias a esta tecnología auditiva, pudiendo interactuar con sus amigos y familiares, disfrutando de la música y, especialmente, del sonido de los pájaros.
Pérdida auditiva mixta
Este tipo de pérdida es una combinación de los dos tipos anteriores. Sus causas pueden ser variadas, desde infecciones crónicas del oído, hasta traumatismos que afectan los componentes conductivos y los neurosensoriales del oído.
Para el Médico especialista en otorrinolaringología Abel Guzmán Calvete los implantes de oído medio pueden ser adecuados cuando la hipoacusia es mixta.
Estos implantes funcionan generando vibraciones en las estructuras del oído medio, imitando de manera casi exacta el proceso natural de audición, donde los sonidos del ambiente se transforman en vibraciones.
Pérdida auditiva retrococlear
La pérdida auditiva o hipoacusia retrococlear ocurre cuando hay un daño, malformación o ausencia del nervio auditivo, el responsable de transmitir las señales sonoras desde el oído interno hasta el cerebro, donde se interpretan como sonidos.
Este tipo de pérdida auditiva puede ser el resultado de factores genéticos o determinadas enfermedades.
Ante la hipoacusia retrococlear, el nervio auditivo no tiene la capacidad de enviar información al cerebro, por lo que los audífonos y los implantes cocleares no son de ayuda.
En este tipo de pérdida auditiva, una opción es el uso de un implante auditivo de tronco cerebral (ABI). Este dispositivo se creó para omitir la cóclea y el nervio auditivo, realizando la estimulación de forma directa en el tronco encefálico, estimulando a las neuronas de segundo orden.
Si estás buscando información sobre pérdida auditiva y sus posibles soluciones, en Volver a Escuchar encontrarás una comunidad de apoyo, compuesta de expertos, mentores y testimonios que demuestran que volver a percibir el mundo sonoro no es un imposible, sino una realidad.