El implante coclear abre la puerta a una nueva forma de percibir el sonido. Para muchas personas con discapacidad auditiva, este dispositivo representa la posibilidad de desarrollar el lenguaje hablado, de conectarse con otras personas y de participar en su entorno con mayor autonomía.
Sin embargo, para que esta tecnología cumpla su objetivo, es necesario un acompañamiento profesional continuo. Estos no son meramente técnicos, sino que forman parte de un proceso que acompaña el crecimiento, la adaptación y las distintas etapas del desarrollo auditivo.
¿Qué implica ajustar un implante coclear?
Calibrar un implante coclear significa optimizar su configuración para que la percepción sonora sea lo más clara, natural y útil posible. Se trata de un trabajo profesional realizado principalmente por audiólogos, quienes se encargan de programar el procesador externo y regular la intensidad y calidad de los estímulos eléctricos que llegan a la cóclea.
Cada ajuste se realiza en función de la evolución auditiva de la persona, de sus actividades diarias, de los entornos en los que se comunica y de las sensaciones que va experimentando con el tiempo. Es un proceso que requiere observación, escucha activa y seguimiento personalizado, ya que no hay dos experiencias de escucha iguales.
La activación y los primeros ajustes
Luego del período de recuperación posterior a la cirugía, el usuario recibe la parte externa del implante coclear, que se conoce como procesador de audio. Ese momento marca el inicio de la activación, es decir, la primera vez que dicho procesador transmite sonidos al implante auditivo.
Durante esta etapa inicial, el audiólogo calibra el implante para que los estímulos sean tolerables, comprensibles y adaptados al perfil auditivo de la persona. La percepción sonora no es inmediata ni idéntica a la audición natural, pero con práctica, acompañamiento y pequeños ajustes progresivos, se vuelve más clara y significativa.
Esta fase es especialmente importante, ya que sienta las bases para el desarrollo del lenguaje hablado, la comprensión y la identificación de sonidos cotidianos. El acompañamiento de fonoaudiólogos y terapeutas del lenguaje es esencial, sobre todo durante los primeros meses, para que el usuario aprenda a reconocer los estímulos auditivos y los integre a su comunicación diaria.
El entorno como parte activa del proceso
El entorno cercano, la familia, los docentes, los terapeutas, cumple un rol fundamental en la evolución auditiva de la persona usuaria de implante coclear. Las observaciones cotidianas que surgen en casa, en la escuela o en la rutina diaria son clave para orientar las decisiones del equipo profesional.
Cuando el entorno participa activamente, comparte lo que observa y acompaña con empatía, se potencia todo el proceso de adaptación. Esto es especialmente importante en el caso de niñas y niños, que muchas veces no pueden expresar con palabras cómo están escuchando.
Estar presentes, registrar los cambios y sostener la comunicación con los profesionales mejora notablemente la experiencia con el implante coclear.
Tecnología, adaptación y acompañamiento
Los avances en la tecnología de los implantes cocleares permitieron diseñar sistemas más sofisticados, duraderos y adaptables. Hoy en día, es posible contar con programas personalizados para distintas situaciones, ajustar la sensibilidad del micrófono y programar perfiles específicos para ambientes escolares, laborales o recreativos.
Aun así, la tecnología por sí sola no garantiza resultados. Lo que realmente potencia la experiencia auditiva es la combinación de una buena programación técnica, una práctica constante en contextos reales y un entorno que acompañe desde el compromiso con la rehabilitación auditiva. El rol del terapeuta, la familia y el entorno cercano es clave para impulsar, motivar y sostener los ejercicios diarios que ayudan a la persona a escuchar, identificar y reconocer los sonidos.
Estos ejercicios también pueden realizarse desde casa, acompañando cada paso del proceso con recursos adecuados. En ese sentido, recomendamos visitar la sección de descarga de materiales de rehabilitación MED-EL LATAM, donde se ofrecen materiales específicos para trabajar la rehabilitación auditiva en el entorno familiar.
Escuchar con un implante coclear es un aprendizaje que se construye cada día, con práctica, acompañamiento y un entorno que promueva activamente el desarrollo auditivo.
Un recurso que evoluciona junto a la persona
El implante coclear no es una solución cerrada, sino una herramienta que se va adaptando al crecimiento y a la historia de cada persona. Cada calibre es un paso más en ese recorrido, representa una oportunidad de afinar la percepción sonora, de mejorar la comprensión del entorno y de fortalecer los vínculos a través del lenguaje hablado.
Para que esto sea posible, es fundamental mantener los controles necesarios, asistir a las visitas de calibración del dispositivo y sostener un seguimiento regular con el otorrinolaringólogo y el fonoaudiólogo.
Desde Volver a Escuchar acompañamos cada etapa del proceso con la certeza de que escuchar no es solo captar sonidos, sino también participar, comunicar, aprender y disfrutar. Por eso, alentamos a todas las personas usuarias de implante coclear y a sus familias a sostener el seguimiento, a compartir sus avances y a confiar en que cada pequeño cambio puede marcar una gran diferencia.
Acompañar los ajustes es acompañar el desarrollo
Escuchar a través de un implante coclear es un proceso activo que se va construyendo paso a paso. Y como todo proceso, es importante estar atentos a cómo evoluciona y qué aspectos se pueden mejorar.
Con el respaldo de profesionales, el compromiso del entorno y el acceso a recursos confiables, es posible transformar la audición en una herramienta que enriquece la vida diaria.
Te invitamos a conocer los testimonios de nuestra comunidad, descubrir más sobre el funcionamiento del implante coclear y acceder a información actualizada para seguir acompañando este proceso.