Los implantes auditivos son una alternativa cada vez más valorada por quienes enfrentan una pérdida auditiva que no puede resolverse con audífonos. Cuando una persona recibe el diagnóstico, una de las primeras preguntas que surgen es: ¿qué opciones existen y cuál será la más adecuada?
Este camino, lleno de decisiones importantes, requiere información clara, asesoramiento profesional y contención emocional. Conocer las posibilidades disponibles es el primer paso para tomar una decisión informada, acorde a las necesidades médicas y personales de cada caso.
Opciones de implantes disponibles
La elección de un sistema de implantes auditivos depende de múltiples factores médicos y personales, pero un paso fundamental es conocer qué tipos de soluciones auditivas existen hoy en día. Cada tecnología responde a necesidades específicas y puede marcar una gran diferencia en la calidad de vida del usuario.
A continuación, te contamos cuáles son las principales opciones disponibles, sus características y ventajas.
Implante coclear
El implante coclear es una solución eficaz para personas con pérdida auditiva severa a profunda, especialmente cuando los audífonos ya no ofrecen ganancia. A diferencia de estos últimos, que simplemente amplifican el sonido, los implantes cocleares reemplazan el funcionamiento de las células dañadas del oído interno mediante estímulos eléctricos directos a la cóclea.
Consta de dos partes: un procesador de audio externo que capta y transforma los sonidos en señales eléctricas, y una parte interna que se implanta quirúrgicamente y estimula las fibras nerviosas auditivas. El resultado es una audición que mejora progresivamente con la adaptación.
Son aptos para niños desde los 12 meses y adultos sin límite de edad, siempre tras una evaluación médica completa que puede incluir audiometrías, estudios de imagen y valoración psicológica.
Implante de conducción ósea
Los implantes auditivos de conducción ósea está indicado para personas con pérdida auditiva conductiva, mixta o hipoacusia unilateral. En lugar de utilizar el oído externo o medio, este dispositivo transmite el sonido a través del hueso craneal directamente hacia el oído interno, utilizando la capacidad natural del cráneo para conducir vibraciones.
También tiene dos componentes: un implante de titanio colocado bajo la piel detrás de la oreja, y un procesador de audio externo que se conecta magnéticamente. Este capta el sonido, lo transforma en vibraciones que viajan por el hueso hasta la cóclea, donde se interpretan como señales auditivas.
Es una alternativa segura, eficaz y con buenos resultados tanto en adultos como en niños con patologías específicas, implantable desde los 5 años.
Implante de oído medio
Los implantes auditivos de oído medio están pensados para personas con hipoacusia neurosensorial moderada a severa, o pérdida mixta no profunda. También son una opción cuando los audífonos no tienen ganancia o se presentaron contraindicaciones médicas para otros dispositivos.
Este tipo de implante convierte los sonidos en energía mecánica, estimulando directamente la cadena de huesecillos del oído medio. A diferencia de los audífonos, deja libre el canal auditivo, lo que reduce infecciones y mejora la percepción del sonido en ambientes ruidosos.
Su funcionamiento también combina un procesador externo (que capta y transforma los sonidos) con una unidad implantada quirúrgicamente detrás de la oreja. Este sistema transmite vibraciones directamente al oído medio, de ahí al oído interno y finalmente al cerebro.
Implante de tallo cerebral
Los implantes auditivos de tallo cerebral es una solución auditiva indicada para personas que no pueden beneficiarse de un implante coclear, ya sea porque no tienen nervio auditivo (agenesia) o porque este se encuentra severamente dañado. En estos escenarios, el implante coclear no podría cumplir su función, ya que necesita un nervio auditivo funcional para transmitir el sonido al cerebro.
Este tipo de implante estimula directamente las estructuras del tronco encefálico, específicamente el núcleo coclear, que es la primera estación del procesamiento auditivo en el cerebro. El procedimiento implica una cirugía más compleja que las otras alternativas, ya que requiere una colocación precisa en el tronco cerebral, generalmente realizada por un equipo neuroquirúrgico altamente especializado.
El sistema está compuesto, al igual que los demás, por una parte externa (procesador de audio) y una parte interna implantada. El procesador capta los sonidos, los transforma en señales eléctricas y las envía a un conjunto de electrodos que estimulan el núcleo coclear en el cerebro.
Cada una de estas tecnologías tiene indicaciones específicas. Por eso, el acompañamiento del equipo de salud es fundamental para definir cuál es la más adecuada para cada persona.
Criterios para elegir el más adecuado
Tomar la decisión sobre los implantes auditivos no depende solamente del diagnóstico médico. También intervienen factores personales, familiares y sociales que deben ser considerados cuidadosamente.
Entre los criterios clínicos, se evalúa el tipo y el grado de la pérdida auditiva, la anatomía del oído, la salud general del paciente y la respuesta a otros tratamientos previos, como los dispositivos auditivos. Por ejemplo, una sordera bilateral profunda en un niño pequeño puede derivar en la indicación de un implante coclear, mientras que una hipoacusia conductiva puede resolverse mejor con un implante de conducción ósea.
En paralelo, los aspectos personales son igual de importantes. La edad, el estilo de vida, las expectativas del paciente y de su familia, e incluso la actividad laboral o escolar, son elementos que se discuten en la consulta profesional. Cada persona es única, y también lo es su proceso de adaptación al dispositivo.
Por eso, contar con un equipo especializado y espacios de escucha activa puede marcar la diferencia al momento de decidir.
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Asesoramiento profesional y humano
Tomar decisiones sobre los implantes auditivos no es solo una cuestión técnica, ya que implica emociones, dudas, expectativas y muchas veces, miedo a lo desconocido. Por eso, contar con un equipo médico especializado que brinde información clara y contención en cada etapa es fundamental. Pero también lo es el acompañamiento de otras personas que ya recorrieron este camino y pueden ofrecer una mirada desde la experiencia real.
En ese sentido, el rol del equipo de salud, formado por otorrinolaringólogos, audiólogos, psicólogos y terapeutas del lenguaje, es importante para guiar a cada paciente y su entorno familiar. Este equipo no solo se encarga de evaluar la indicación de los implantes auditivos y realizar la cirugía, sino también de diseñar un plan de rehabilitación personalizado, hacer seguimiento y ajustar el dispositivo para lograr mayores beneficios.
A la par del soporte clínico, existe un acompañamiento diferente, pero igual de valioso, el de los mentores. En Volver a Escuchar, los mentores son personas que fueron implantadas o familiares de implantados, que deciden compartir sus vivencias para ayudar a quienes están comenzando.
Elegir con confianza, escuchar con libertad
Los implantes auditivos no solo devuelven la capacidad de oír, también abren la puerta a volver a conectar con el mundo, a compartir una charla, a disfrutar de una canción o simplemente reconocer los sonidos cotidianos que construyen la vida.
En Volver a Escuchar creemos en el valor de la comunidad, en el poder de los testimonios y en la importancia de sentirse acompañado. Si estás pensando en dar el primer paso, comunicate con nosotros, estamos para ayudarte a encontrar la mejor opción.