El camino de la audición comienza muchas veces con incertidumbre, pero también con esperanza. En ese proceso, los profesionales cumplen un rol clave desde el primer momento. Son quienes orientan, contienen y guían a cada persona para que pueda atravesar las distintas etapas con seguridad y confianza.
Recibir un diagnóstico de hipoacusia, ya sea propio o de un ser querido, marca el inicio de un recorrido lleno de desafíos, aprendizajes y logros que se celebran en comunidad. En Volver a Escuchar creemos que nadie debería transitarlo en soledad, por eso, en esta nota te contamos quiénes son los profesionales que acompañan en el camino de la audición y cómo su intervención transforma vidas.
Profesionales en las etapas del diagnóstico
El primer paso en el camino de la audición suele comenzar con una sospecha: un niño que no reacciona a los sonidos, una persona adulta que comienza a repetir “¿qué?” con frecuencia, o simplemente una sensación de aislamiento progresivo. En ese momento, los profesionales encargados del diagnóstico cobran un rol protagónico.
El audiólogo realiza pruebas auditivas para detectar la presencia, tipo y grado de hipoacusia. A través de estudios como la audiometría o los potenciales evocados auditivos, es posible determinar cómo responde el oído ante los estímulos sonoros. Este proceso, muchas veces, se realiza en conjunto con el otorrinolaringólogo, quien examina las vías auditivas y evalúa si existe alguna condición médica tratable.
La fonoaudióloga o terapeuta del lenguaje también interviene desde etapas tempranas, evaluando el impacto que la hipoacusia puede tener en el desarrollo del habla y el lenguaje, especialmente en niños y niñas pequeñas. Asimismo, son quienes trabajan con el paciente y sus familias durante la rehabilitación posterior al diagnóstico, ayudando a restablecer y potenciar las habilidades comunicativas como la pronunciación y el reconocimiento de los sonidos.
Cada profesional cumple una función complementaria, completando un panorama que permite decidir el mejor abordaje. Muchas de las familias que comparten sus historias en Volver a Escuchar, recuerdan que esa primera etapa, aunque desafiante, marca el inicio de un proceso lleno de posibilidades.
Acompañamiento emocional y familiar
El diagnóstico de hipoacusia trae consigo un sinfín de emociones en donde el sostén emocional que ofrecen la familia y los amigos es fundamental y, en muchos casos, es necesario un acompañamiento terapéutico. No solo para brindar contención, sino también para sostener la motivación durante todo el camino de la audición.
La historia de Bautista lo ilustra de forma conmovedora. Con solo 8 meses de edad comenzó su camino cuando fue diagnosticado con hipoacusia bilateral profunda y desde entonces, cada nuevo sonido descubierto fue motivo de celebración compartida.
Su familia lo acompaña en cada paso, desde la primera cirugía hasta cada sesión de estimulación auditiva, donde su progreso sigue sorprendiendo a todos. “Cada sonido que Bau escucha e intenta imitar se festeja en casa” cuenta su mamá. Y es justamente ese entorno que abraza, espera y estimula, el que hace posible sostener las distintas instancias del proceso de rehabilitación.
Además de la familia, también intervienen profesionales especializados en diseñar planes de rehabilitación auditiva, que tienen en cuenta la edad, el entorno, la motivación y las metas de cada persona. Esta sinergia entre familia y especialistas es clave para mantener la motivación y celebrar cada logro como un avance valioso.
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El rol vital del mentor en Volver a Escuchar
En el camino de la audición, tener cerca a alguien que ya haya recorrido ese trayecto puede marcar una gran diferencia. En Volver a Escuchar, los mentores son personas implantadas que, desde su experiencia personal, brindan contención, responden dudas y ayudan a imaginar un futuro posible con sonidos.
Julián Gómez, mentor de la plataforma, cuenta cómo transformó su vida gracias al implante coclear y al acompañamiento que recibió. “Mis padres notaron que no respondía a diferentes sonidos, incluso los más fuertes”, recuerda. Tras una evaluación auditiva, fue implantado con un dispositivo coclear al año y medio y su activación poco después, le dió la oportunidad de escuchar por primera vez.
Gracias al acompañamiento de su familia y los avances tecnológicos, hoy Julián lleva una vida activa y plena. “Puedo interactuar con mis amigos y familiares, tocar piano, aprender inglés, hacer deporte e incluso conseguí la licencia de conducción para carro y moto a pesar de la sordera”, cuenta con emoción.
Sobre su rol como mentor, destaca: “Quiero asistir a todas las personas que requieran ayuda, para trazar un camino seguro para todos“. Su testimonio es inspirador porque muestra que un implante no solo mejora la audición, sino que cambia la vida social, emocional y profesional de las personas. La presencia de un mentor permite ver el futuro con esperanza, entender que cada dificultad puede superarse y que hay alguien dispuesto a acompañar con comprensión y cercanía.
Voces de expertos en salud auditiva
En cada etapa del camino de la audición, los profesionales y especialistas aportan el conocimiento técnico y la experiencia clínica necesaria para tomar decisiones informadas. El Dr. José Alberto Prieto, médico cirujano especialista en otorrinolaringología comparte una experiencia significativa:
“Uno de mis pacientes, con sordera unilateral y enfermedad de Ménière, recobró su audición muy rápido y está feliz tras recibir un implante coclear. Cuando le pregunto sobre la calidad de la audición en el oído con implante, me explica que oye igual que con el otro oído. Ha vuelto a practicar triatlones, a dar clases… ha recuperado su vida”, reflexiona el doctor.
Desde su práctica en Colombia, el Dr. Prieto impulsa un protocolo para evaluar el desempeño auditivo de pacientes con sordera unilateral, comparando soluciones de transmisión ósea con implantes cocleares. La idea es determinar cuál tratamiento ofrece mejor calidad de vida para estos pacientes, tanto en niños como en adultos.
“Tenemos niños que llegan con 5 años y una sordera congénita unilateral no detectada, a quienes un implante les podría venir muy bien. Porque es cierto que con un oído puedes funcionar, pero nuestro cerebro funciona mezclando la información que le aportan ambos oídos”. Su trabajo entonces, busca generar evidencia concreta que permita ampliar el acceso a esta solución auditiva en el sistema de salud colombiano.
Este tipo de enfoque integral, que contempla también aspectos emocionales y funcionales, es una pieza fundamental en el camino de la audición. Gracias a profesionales comprometidos y actualizados, más personas pueden acceder a soluciones auditivas personalizadas que transforman su calidad de vida.
Un recorrido que se transita en compañía
El camino de la audición puede parecer incierto al comienzo, pero nunca debe ser solitario. Desde el diagnóstico hasta la rehabilitación, hay una red de profesionales, familias, mentores y especialistas que caminan junto a quien enfrenta la pérdida de audición. Con su apoyo, cada logro, por pequeño que sea, se vuelve una conquista compartida.
En Volver a Escuchar trabajamos para fortalecer esos lazos y dar voz a quienes transitan este proceso. Contamos con un equipo dispuesto a escuchar, responder tus dudas y acompañar en este proceso.
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